miércoles, 30 de julio de 2008

Disculpe... Javier Prado Oeste?








Julio 27 de 2008


Con los feriados de fiestas patrias en curso; y miles de personas ansiosas por salir, todos a la vez, de esta ciudad para cambiar por unos días el estrés del día a día, por el gran congestionamiento que se genera en las vías de salida de la ciudad, donde miles de vehículos se atropellan en una loca carrera por ser los primeros en abandonar esta no menos loca urbe. Así las cosas; cualquier salida ciclística por las zonas próximas a Lima resultaba poco atractiva y bastante insegura, así que…

Las primeras luces del alba iluminan las ultimas piezas de nuestras bicicletas, que desarmadas sobre el pavimento del ovalo Santa Anita, esperan su turno para ser estibadas en el maletero de un colectivo con rumbo a Chosica. No me agrada mucho la idea; las bicicletas, nuestro “otro yo mecánico”, se maltratan mucho en el viaje y no es que la mía sea precisamente el ultimo grito de la tecnología o el state of the art de las bicicletas, pero así; viejita, pesada y fea (como mi suegra), es mi compañera de aventuras y con cada kilómetro pedaleado hay un cierto cariño ganado.

Tras algunas discusiones con el chofer, pues el precio pactado por el transporte al abordar había sufrido un súbito e inesperado incremento de índole ”aniversario patrio” durante el trayecto, llegamos a Chosica. Hora de armar las bicicletas nuevamente; ups! La llanta de repuesto del colectivo ha golpeado y “desviado el desviador”… “el enderezador que lo enderezare”… chesum...! Insisto; no me gusta la idea…

Mientras esperamos al cuarto mosquetero de la ruta de hoy, que viene en otro colectivo, pues al parecer su despertador no es de tan buena factura como su bicicleta, vamos por el infaltable vaso de extracto de maca y pan con camote.

Ahora si los cuatro: Armando; maestro y guía de Perú Riders, Octavio; sumo pontífice de Cicloaxion, Carlos; tocayo y solitario pedalero de Chorrillos y Yo; indiscreto escribidor de estas líneas; esperamos nuestro turno en el parque Echenique para subirnos al bus e ir cómodamente sentados justo debajo de la parrilla donde van nuestras muy incómodamente apiladas bicicletas. Definitivamente no me agrada la idea…

Matucana nos recibe a nosotros, y nosotros recibimos a nuestras bicicletas que bajan algo golpeadas de la parrilla del ómnibus. Armando busca su cámara para filmar y todos buscamos un baño para… (Mucho liquido, mucho frío, mucho rato…). Las fotos de rigor en la plaza principal y la estación del tren y… al fin, hora de pedalear!

En ascenso rumbo a San Mateo; los primeros 5 Km. resultan bastante suaves, mucho mas suaves de lo que habíamos previsto, vamos promediando poco mas de 14 kph… Uhmmm… las Leyes de Murphy nos vienen a la mente en la primera parada y… si! después se puso feo el ascenso, casi tiro la toalla tres kilómetros mas adelante!… un segundo aire me puso de nuevo en ruta y retomo el ritmo, proseguimos el trayecto amenizando un poco con alguna oportuna ocurrencia de Octavio quien luego, al final del ascenso, sin querer le pondría titulo a esta crónica.

Los túneles son siempre un problema, habían dos; el primero no me molesta. El segundo, de 199 metros de longitud y cuyo nombre no recuerdo, me da un buen susto; al ir a medio túnel en completa obscuridad; pise “algo” gelatinoso, probablemente algún pobre animalillo atropellado en la vía, justo en el momento en que ingresaba, por el extremo opuesto, un vehiculo con las luces altas encendidas que me ciegan totalmente; todo se pone negro y pierdo la noción de arriba y abajo, la bicicleta patina de izquierda a derecha sobre ese “algo” y no se si vengo, voy, ya me caí, o sigo en pie… Horrible oye!... ufff, el susto pasa y la visión vuelve… sigo vivo, sigo pedaleando, sigo en el grupo.

La última pendiente en serpentín nos eleva, con no poco esfuerzo, a nuestro destino; San Mateo de Huanchor. Es poco más o menos la 1:00 p.m. Con el desayuno como vago recuerdo en nuestros estómagos y luego de 20 Km. de pedaleo en respetable pendiente, irrumpimos en plaza publica en medio de las celebraciones patrias; varias decenas de fogones donde se cocinan desbordantes chuletas y aromáticos anticuchos llaman, cual canto de sirenas, a mas de uno de nuestros sentidos mientras algo se escucha por los altavoces; algo respecto a unos deportistas… en fin! El efecto gastro – hipnótico de las jugosas carnes nos retiene, el altavoz es mas fuerte y sigue repitiendo lo mismo, no le prestamos atención, solo vemos las chuletas, solo oímos el crujiente tostar de las carnes, la boca se hace agua, el paladar se hace ilusiones. Sin despegar la vista de la parrillera tentación nos tomamos unas fotos junto a la pileta, donde aun se percibe el olor a papas doradas, choclo serrano y carne a la parrilla; el altavoz sigue insistiendo por enésima vez, esta vez en tono muy enérgico,... que dice? Ahhh, eso era… ups!, con el hambre no nos dimos cuenta, y ya tenían como 15 minutos repitiendo desde el podio:

“ … Y en este momento hacen su ingreso a esta plaza cuatro distinguidos ciclistas, dignos deportistas, que nos honran con su presencia en las celebraciones por fiestas patrias y a quienes invitamos cordialmente a acercarse al estrado…”

Aunque yo difícilmente califico como deportista… ni modo!, el saludo, las fotos de rigor con los funcionarios públicos, la entrega de folletos turísticos y algún compromiso de Armando para una posterior entrevista con el alcalde. Realmente muy hospitalarios, nos trataron bastante bien. (Gracias San Mateo de Huanchor).

Un paseíllo por el pueblo, el mercado… es temprano, conversamos sobre adonde ir; …en realidad el ascenso no fue tan difícil… un par de kilómetros mas no estarían mal… el infiernillo no esta lejos… total, ya llegamos hasta aquí… Vamos!

Otra vez en la ruta, pedaleamos de un solo tirón y a buen paso los 4 Km. hasta “El Infiernillo”, aquí a 99 Km. de Lima y cerca a los 3,400 msnm, la mayoría de los automóviles que transitan por la carretera, al pasar junto a nosotros, aminoran un poco la velocidad y nos quedan mirando. Cuando nos detuvimos para tomarnos algunas fotos bajo los puentes, algunos vehículos sobrepararon y hasta hubo quien nos fotografió. Cada vez que esto sucedía; Octavio hacia el ademán de acercarse al vehiculo y yo no entendía el porqué. Mi curiosidad pudo más y le pregunte:

- Les quieres decir algo?
- Si, quiero hacerles una broma
- Una broma, Cual?
- “Disculpe… Javier Prado Oeste?”

La última parada fue en la boca del túnel Cacray, aquel profundo hoyo negro que con sus 580 mts de longitud ha sido el protagonista en más de un Anecdotario. Le mostré a Armando la “ruta alterna” para evitar el túnel y poder continuar (en otra oportunidad) sin tener que arriesgarse a pasar por el famoso Cacray. Como en este punto el ascenso llego a su fin y como ya dije antes; Deportista, pues… no soy! Me pareció oportuno cometer un pequeño sacrilegio y… encendí, con sumo placer, un cigarrillo que ya me venia provocando hace rato. Mientras disfrutaba del sabor a tabaco y satisfecho con mi rendimiento en el ascenso, le dije a Armando;

- Creo que ahora si llego desde Lima hasta San Jerónimo de Surco, no?
- ©0#$%@&## !!!

No, aquí no termina el relato; aun estamos a 99 Km. de Lima, es tarde y todavía no hemos almorzado. Un rápido descenso hasta San Mateo nos lleva por el otro lado del pueblo, donde Armando nos muestra algunos lugares de interés, la iglesia y la otra plaza; en esta no nos recibe el burgomaestre, mas bien nos expulsa un borracho… en fin!. Almorzamos en un restaurante donde dan servicio de custodia a las bicicletas, lugar modesto, pero de atención y comida generosas.

Hora de retornar; son bastante mas de las 3:30 p.m. y a bordo de nuestros monoplazas descendemos por los serpentines de la carretera central a velocidad considerable, cual escuadrón de combate en pos de un objetivo, en maniobras evasivas y casi acrobáticas, sorteando camiones, buses y algunos autos en nuestro loco zigzagueo por entre el transito carretero, unas veces en fila india otras en formación en V, vamos navegando a todo pedal por sobre el asfalto con la única protección de nuestros ligeros cascos. El frío viento de la tarde serrana congela nuestros dedos y frenar se hace difícil

- Armando, a cuanto vamos?
- 56 kph

Caemos en Chosica antes que el sol caiga en el horizonte; el congestionamiento de transito esta infernal, Octavio prefiere culminar aquí el pedaleo y lo embarcamos en un colectivo a Lima. No, yo no vuelvo a meter mi bicicleta en un colectivo!; nosotros tres seguimos sobre ruedas; la noche es ya absoluta y las cunetas, jardines, veredas, canchones y bermas nos sirven como ruta “Cross Country” para sortear el trafico totalmente embotellado entre Chosica y Chaclacayo. Saltamos sobre rampas, huecos, matorrales y vidrios

- Armando, a cuanto vamos?
- Entre 30 y 40 kph.

Luces de emergencia atrás y linternas adelante nos llevan por el carril izquierdo en Vitarte… total, vamos mas rápido que los autos en el embotellamiento!... En la entrada a Puruchuco me despido y tomo mi desvío a casa ; fue una buena salida, siempre es un placer pedalear entre amigos. Son las 8:00 p.m. cuando guardo mi bicicleta en casa, han pasado 15 horas desde que salí en la madrugada.

Fin

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡¿¿¿Q es eso de "viejita, pesada y fea (como mi suegra)"???!!!

LUCHA, TU SUEGRA

Anónimo dijo...

En el infiernillo se esta entre 2 imponentes paredes de roca, mas el frio sentía cierta intimidación.

Por ahí escuche que ahí se volcaban siempre carros o carrozas y a un campesino se le apareció el diablo (asi cuentan)

Anónimo dijo...

Oe Gemelo de dònde sacas tanto aire en esos pulmones de Gato, yo te harìa la taba pero 3 cuadras y las de por tu jato que son regrandes... Felicito tu vehemencia (como la mìa) para las cosas que te gustan, asì debe ser siempre, pasa fotos de los parajes que ves en tus largos recorridos.
CHIO

Anónimo dijo...

HOLA, ME PARECE RE CHEVRE TU BLOG, ME GUSTA MUCHO MANEJAR BICICLETA, TENGO UN AMIGO CON EL QUE SIEMPRE HEMOS TENIDO BUENAS AVENTURAS, PERO AHORA ULTIMO COMO NO PUDO ME ENRUMBE SOLO EN BUS HASTA LA OROYA, RETORNE HASTA TICLIO Y DESDE AHI BAJE EN BICI HASTA CHOSICA, SENSACIONAL LO QUE PASE, SOLO QUE POR UN ACCIDENTE QUE TUVE MALOGRE MI ARO Y EN CASAPALCA TUVE QUE COMPRARME OTRO, YA BAJE CON UN POCO DE TEMOR, FUE FUERTE LA CAIDA, AUN NO PUEDO CAMINAR BIEN PERO DISFRUTE MUCHO ESQUIVANDO CAMIONES.
ME GUSTARIA SABER SI PUEDO JUNTARME CON USTEDES PARA HACER UN DESCENSO TIPO TICLIO - LA MERCED, O PORQUE NO REPETIR TICLIO - CHOSICA, O LIMA... NO SOY UN CICLISTA EXPERIMENTADO PERO ME ENCANTA MANEJAR BICIILETA Y LA AVENTURA OF COURSE. TE AGRADECERE ME RESPONDAS A ale.rod.ala@hotmail.com

ALEJANDRO.