miércoles, 23 de julio de 2008

Ciclonudismo en Lima

Febrero 10 de 2008

A pocas semanas de tener mi propia bicicleta ví un anuncio pegado en un muro por mi casa, que convocaba a una bicicleteada organizada por la municipalidad de La Molina; así que con mi reluciente monoplaza ciclopropulzado (léase juguete nuevo) me presente a la hora y lugares señalados pensando encontrar a un grupo pequeño de ciclistas que por alguna razón no habían podido salir de Lima para disfrutar un radiante y soleado domingo playero en el sur. Pero… sorpresa! habían mas de 1000 ciclistas en la explanada de la municipalidad, ordenados en varios pelotones por edades…quien iba a pensar que el ciclismo tenia tanto arraigo. Mientras esperaba el inicio del evento e intercambiaba algunas frases con mis nuevos compañeros de gremio; alguien me paso un volante que curiosamente no bote y guarde en mi bolsillo sin prestarle mucha atención.

La bicicleteada se desarrollo sin mayores novedades en el recorrido por toda la Av. Raúl Ferrero, a pesar que en los pelotones se pedaleaba literalmente codo a codo y rueda a rueda; ante tal proximidad de pedaleros en movimiento; hubiera bastado un simple estornudo, un desvío de unos pocos centímetros para ocasionar un accidente en cadena; afortunadamente no ocurrió nada.

A la mitad del recorrido llegamos al parque Miguel Grau en la Urb. Sirius donde literalmente “al paso” nos daban una botella de agua mineral que, por el calor reinante, todos los ciclistas engullían con avidez y luego descartaban el embase con rapidez en las áreas verdes, veredas y pórticos de las casas circundantes. Creo que ese día se estableció una nueva acepción para la palabra “embotellamiento”. Me pareció poco lógico y correcto el que una bicicleteada con fines de difusión de medios de transporte ecológicos, tenga como consecuencia la total contaminación de toda una Urb. con envases de polipropileno. Pero sin tener a mano a quien hacérselo notar seguí pedaleando hasta el final.

Horas después, ya en casa mientras me cambiaba, encontré el dichoso volante que había metido al bolsillo y que provenía de una organización ciclística llamada “Cicloaxion” cuyas metas eran velar por los derechos de los ciclistas y la promoción de medios de transporte no contaminantes… Aja! A estos les escribo dándole las quejas por el “Embotellamiento”… así lo hice y si bien obtuve alguna respuesta, en realidad no había mucho que reclamarles pues ellos no eran los organizadores del evento, así que ahí quedo la cosa hasta que….

Febrero 17 de 2008

había transcurrido una semana cuando recibí una inesperada invitación de “Cicloaxion” vía e-mail para participar ese domingo (en calidad de ciclista y no de fotógrafo) en la sesión fotográfica promocional para la revista Somos, de la “3ra Gran Bicicleteada Ciclonudista” que iba a realizarse el 08 de Marzo en las calles de Miraflores. Totalmente sorprendido empecé a hacer mis averiguaciones:

Y que cuernos es un Ciclonudista?
Como la palabra misma lo dice; un ciclista desnudo… Que más iba a ser!

Y por que montar bicicleta con las bolas al viento?
Pues en señal de protesta y claro manifiesto de lo desprotegidos que están los ciclotransportados ante los abusos, atropellos, e imprudencias de los conductores de vehículos motopropulsados (especialmente Taxistas y Combis) y la falta de infraestructura vial apropiada para este, cada día mas numeroso, medio de transporte y esparcimiento no contaminante. En pocas palabras para mostrar que los ciclistas se encuentran literalmente “desnudos ante el trafico”

Retomando el relato; Eso del ciclonudismo era algo que no me quería perder, así que se me ocurrió avisarle a mi amigo Arturo para que asistiera también a la sesión; Arturo Inga es el único de La Cofradía a quien ya convencí de comprar una bicicleta, pero aun no lo convenzo de que pedalee mas allá de la vereda de su casa. Lamentablemente… arrugo! o al menos así lo interprete cuando recibí un SMS diciéndome:

“ya se me hizo tarde, ya no llego”

Si claro! Como no!.. Vive a solo 8 cuadras del punto de reunión y aun faltaba media hora para la cita.

En fin!, llegue a las 9:30 a.m. a la puerta del estadio Monumental y ya habían unos 4 ciclistas esperando, varios minutos después llegaron los organizadores, el resto de convocados y el fotógrafo; unos 30 ciclotransportados en total. Algunas indicaciones y empezamos quitándonos los polos para que nos pintaran algunos lemas e iconografía alusiva en el cuerpo (hasta ahora no me sale la pintura “Biodegradable” de una huella de neumático cruzándome la espalda). Toda la actividad se realizo en medio de la vía publica, específicamente en la Av. Prolongación Javier Prado, a vista, paciencia y sorpresa de cuanto transeúnte y conductor circulaba bajo el dominguero sol, que quemaba mas fuertemente en aquellas latitudes del cuerpo donde jamás se ha usado bloqueador solar.

A pesar de no conocer a nadie, en los preparativos encuentro la tertulia amical, amena y agradable. Un ciclonudista, que llevaba por toda vestimenta una corbata pintada en el pecho, detiene brevemente la sesión fotográfica para “acomodarse el nudo”. Otro con un prominente y cervecero abdomen se niega a que le pinten sobre el mismo; “No al aborto”. La chica “Frágil” con la delgada capa de pintura de esa palabra como única cobertura de sus muy celebres y muy fotografiados senos; esta feliz de aparecer en el reportaje, siempre y cuando su mama no lea el periódico ese día.

Las primeras tomas en semidesnudo se hacen sin mayores problemas. Pero no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague; llega la hora y el pedido del fotógrafo, de algunos voluntarios para mostrar al mundo sus orgullos y/o vergüenzas (según sea el caso particular de cada ciclista). El pedido tiene acogida y la ropa no tiene lugar en las siguientes tomas; con la vereda como camarín, la vía publica como escenario y los transeúntes como platea; nos damos cuenta que literalmente “Con las bolas al viento” unos cuantos ciclonudistas detienen mas vehículos que 50 semáforos; un auto con tres tías cincuentonas sobrepara; gritan y se tapan los ojos para “ No ver” y además, para estar seguras de que “No vieron”; dan la vuelta y vuelven a pasar junto al grupo otras dos veces más.

Yo saco mi cámara y aprovecho para hacer unas tomas mientras pedaleaba en el grupo; la mano izquierda en el lente, la derecha en el disparador; un ojo en el visor y otro en el camino, alternando con cada pierna y vuelta de rueda; una rodilla en el timón y el otro pie en el pedal para conservar mi ubicación en el pelotón. No, no me saque la m…, pero casi!. Debo retomar mi idea original de montar una cámara en el marco de mi bicicleta, con un disparador remoto en el timón. (Ya es hora de inventar la Ciclografia)

Terminada la sesión y la exhibición; es hora de pedalear los 8 Km. en subida de regreso hasta mi casa por la carretera a Cieneguilla, a pleno sol de medio día y con la mochila de material sintético en la espalda; la pastosa pintura que aun llevo sobre la piel se disuelve con el sudor y calor corporal, y se hace una sola masa con el polo, la mochila, el periódico que había comprado temprano y la cámara fotográfica, formando una especie de pulpa gelatinosa multicolor que se adhiere fuertemente al cuerpo y me empieza a devorar lentamente conforme crece y se alimenta de mi sudor… Llegando a casa solo pude rescatar la cámara de toda esa masa gelatino – pegajosa, que una vez fría y seca, hasta ahora no he podido disolver.

Marzo 08 de 2008

Son las 10:00 a.m. en la bajada Balta de Miraflores y ya están presentes algunos participantes de la 3ra. Reunión Ciclonudista. Yo acabo de llegar, pero esta vez en calidad de fotógrafo y no de ciclista, me hubiera gustado hacer una nota más amplia del evento para Lima Freelance, pero lamentablemente el tema no encaja en la línea temática… (Encajará en la línea temática de alguien?).

Los ciclistas empiezan a llegar de todos lados, el grupo aumenta en número rápidamente; pronto unos 200 pedaleros de todas las edades y géneros, llenos de buenas intenciones, muchas razones y pocas ropas; empezarán la marcha Ciclonudista por las calles de Miraflores; promoviendo el uso de la bicicleta como medio de transporte no contaminante y en especial; tratando de sensibilizar a la gente, sobre todo a los imprudentes conductores de buses y taxis, para hacerles entender que ellos (los ciclotransportados) están desprotegidos en el tránsito urbano y enteramente vulnerables en un accidente; están, como ya dije antes, literalmente “desnudos en medio del tránsito”.

La organización y los preparativos se llevan en forma ordenada y sin mayores percances; cuerpos pintados, con lemas alusivos como

“si no hay solución, abajo el pantalón”

“En bici lloviendo o nevando, pero en auto… ni cagando!”,


llenan la playa de estacionamiento que sirve como lugar de concentración. Entre los participantes hay varias chicas con mucho que mostrar y poco lugar para esconderlo (afortunadamente) que alegran la mañana de cuanto transeúnte o curioso se asoma por el lugar.

Hora de la partida; ordenados frente a la rampa de salida con pronunciada pendiente hacia abajo de la playa de estacionamiento, se enfilan hacia la bajada Balta para iniciar el recorrido; los primeros ciclistas toman velocidad en la seguridad que el patrullero que resguarda la marcha, y que estaba abajo al final de la rampa, les despejaría el tránsito y… si, les despejó el tránsito, pero se metió en medio de la rampa para hacerlo!... (Primer caído de la mañana). Con el patrullero ya en movimiento sigue desfilando por la rampa el grueso de los ciclonudistas, hasta que… Una camioneta, presumiblemente de la prensa, que filmaba la marcha y que quiso hacer un acercamiento, se atraviesa de improviso en la salida delante de todos y ocasiona otro accidente que da como saldo dos ciclistas caídos y una puerta abollada por calzado contuso contundente. En realidad; abollada no necesariamente por casualidad, bueno; cualquiera se enoja ante tal imprudencia!... no?.

Yo me pregunto, de la frase “La marcha es en protesta por la imprudencia y falta de respeto hacia los ciclistas, por parte de los conductores de vehículos automotores”, qué parte no entendieron? Sólo faltaba que a ambos, patrullero y camioneta, alguien les pintara a los lados “ L.q.q.d.” (Lo que queríamos demostrar).

En fin, la bicicleteada continúa y allá van las protestas, las buenas intenciones, los justos reclamos, las razones, los ciclistas, sus bicicletas y… unas muy, pero muy lindas tangas ciclotransportadas!

En la imposibilidad de seguirlos por falta de bicicleta, me quedo en el lugar; en cuclillas guardando mi cámara y lentes… de pronto una sombra reflejada en el pavimento se aparece ante mí; al levantar la mirada (y la cámara) veo a contraluz a un respetable señor con más años que rayos en los aros de su “montañera”, y que señalando hacia la bajada me pregunta; “¿por ahí se fueron?”. Realmente envidiable, me terminó de alegrar la mañana!.



Texto y fotos; © Carlos Gracia Granthon
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