martes, 14 de abril de 2009

Auch!

Abril 11 de 2009
La Molina - Cieneguilla – Posta Medica

Se supone que seria una salida corta, tranquila y poco exigente, solo para mantener el estado físico, pero…

Bajaba yo por el serpentín de Cieneguilla; si bien iba algo rápido, aunque no tan rápido como acostumbro a hacerlo, por estar probando mis nuevos frenos que por fin habían dejado de chirrear. En fin, al tomar la tercera curva; si, esa en la que no hay mucho espacio entre asfalto y cerro, pise algo en la pista que no ví; una piedrita, un tubito, una bujía, una pila… no se!, pero ese algo hizo que mi rueda posterior perdiera adherencia con el suelo y derrapara hacia la parte exterior de la curva, patinando sobre el limite entre el asfalto y la tierra; hasta ahí la situación era controlable, ya me había sucedido antes, pero de pronto la rueda posterior topo con otro “algo”; una grieta, una piedra… que se yo!, la cosa es que el derrape lateral se detuvo en seco, como si me hubieran puesto cave, y ambos; bicicleta y tripulante, salimos disparados como por una catapulta.

No se cuantos rebotes di sobre el suelo, a veces sobre mi lineal vehiculo, a veces debajo de él, pero con cada nuevo golpe con la superficie, sentía el ruido de cosas que se rompían y salían disparadas a mi alrededor en medio de un extraño e ingrávido surrealismo a cámara lenta. Finalmente, ya separado de mi monoplaza a fuerza de golpes, pero aun dando botes por el piso, termine estrellándome “de pechito” contra una roca de regular tamaño al borde del cerro…Auch! Eso si dolió! Quede como una insignificante mosca aplastada sobre una pared.

El golpe me dejo sin aire y medio atontado, caí de espaldas sobre la tierra totalmente desorientado y sin poder respirar. En medio de mi aturdimiento, ví que mi bicicleta estaba desparramada en medio de la pista y era solo cuestión de segundos para que pasara un camión y le diera el golpe de gracia; me levante y la arrastre (léase; nos arrastramos juntos) hasta el borde de la curva.

De pronto apareció un anónimo ciclista en la ruta, se detuvo y me pregunto si me encontraba bien; yo solo le respondía por señas, pues aun no podía respirar normalmente, mientras el recogía toda una cantidad de despojos que había dejado yo sobre la pista, también puso mi bicicleta en lugar seguro, e inclusive cruzo la carretera para recoger mi encendedor que luego me entrego a la mano. No se quien era pero… Gracias!, muchas gracias!. Luego continuo su ruta con rumbo a Chontay, según me dijo.

Minutos mas, y aturdimiento menos, observe que mi bicicleta, si bien algo maltratada, con algunos golpes de más, y algunos accesorios de menos, aun estaba operativa, trate de subirme pero no pude; mi brazo izquierdo se negaba tercamente a obedecer mis ordenes y mi rodilla empezaba a doler bastante. Ni modo! A trepar la cumbre, de vuelta a casa, empujando el monoplaza.
Al llegar a la sima me detuve en la conocida tienda del lugar para tomar una gaseosa, pero a la hora de pagar, el dolor en el brazo no me permitía quitarme la mochila para sacar el dinero. La señora que despacha tuvo que ayudarme, fue ahí que me percate que mi mochila estaba hecha jirones al igual que mi polo y mi pantaloneta, y además habían manchas de sangre por todos lados.

Aun me faltaban 6 km. para llegar a casa, no hay señal de celular en esta zona y, con una sola mano útil, me resultaba imposible desarmar la bicicleta para abordar un taxi o colectivo… chesu! a seguir empujando; con el brazo izquierdo, cuyo dolor ya se estaba haciendo insoportable, amarrado a los tirantes de la mochila, cual improvisado cabestrillo, y dejando un rastro de gotitas de sangre por todo el camino, continué. No se que aspecto tendría yo, pero poco mas allá, un grupo de ciclistas que ascendía me vieron desde el otro lado de la carretera y uno de ellos me pregunto si me sentía bien; le respondí con señas que… mas o menos!.

Al llegar al cruce del desvió a Manchay; saque, de su desgarrada funda, mi celular que aun funcionaba a pesar de que le faltaba un trozo en una esquina. Se me ocurrió llamar a casa (grave error) para pedirle a mi esposa que fuera a la farmacia a comprar algunas cosas y luego viera si me podía recoger. Como yo nunca la llamo cuando me sucede algo (prefiero darle la sorpresa) ella supuso que la cosa era mas grave de lo que yo le había comentado. Al parecer se puso nerviosa y al poco rato recibí una llamada:

- Ya estoy en la farmacia, ya compre las cosas, pero… algo le pasa al auto y no lo puedo mover
-@#$%&!!!



Tamare!, ni modo, a seguir caminado, y además, añadirle un kilómetro extra a mi peregrinaje, hasta la Farmacia, para rescatar a mi supuesta rescatadora. Llegue a la farmacia en calidad de hamburguesa humana, siempre empujando mi bici, encendí el auto (solo se le había trabado el seguro de timón) y… ahora había otro problema; como ya les dije, no podía desarmar la bicicleta con una sola mano para meterla en el carro, mi mujer no tiene fuerza para liberar las “plumas” de las ruedas, el marco de esa bicicleta es muy alto para que ella pueda montarla, y yo ya estaba demasiado adolorido para seguirla empujando; así que… yo volví a casa en el auto y ella, a pie, empujando la bicicleta (en castigo, jejeje).

Una vez en casa, empecé a hacer un reporte de daños; al quitarme el casco, me di cuenta que si bien no tenia ni un solo rasguño en la cabeza; este, el casco, evidenciaba una serie de golpes en diversas partes; si no lo hubiera llevado puesto seguramente ahora habría un gran mural de grafitis, pintados a sangre y sesos, en el serpentín de la bajada a Cieneguilla. Moraleja; cuando salgan a pedalear, protéjanse!, usen cond… digo, casco!

Las manos también las tenia intactas, pero mis guantes; si, los nuevos, chesum..!, tenían las palmas desgarradas. Eso me hizo recordar la historia verídica, y por eso mismo voy a omitir el nombre (llamémoslo solo CLZ), de cierto ciclista que no usaba guantes, y en una caída sobre asfalto se despellejo las palmas y dedos de ambas manos; al tenerlas inutilizadas por buen tiempo, tuvo que sufrir la humillación de, cada vez que quería ir al baño, necesitar un “valet parking”; tanto para que le acomode el “vehiculo” como para que le limpie el “garaje” … se entiende, no?

Por lo demás; salvo las plantas de los pies y debajo de la lengua, todo el resto de mi era un solo de raspones, cortes, sangre y magulladuras. Mi brazo izquierdo dolía cada vez más, se movía cada vez menos, y mientras iba cogiendo una gama de tonalidades oliva, ya había perdido toda forma humanoide; pensé en la probabilidad de una fractura, así que me fui a un centro medico cercano (“Medicenter”):

- Señorita necesito que me atienda el medico; mi brazo…
- Lo han atropellado?
- No, no me han atropellado… me puede revisar el Doc.?
- Y como se hizo todo eso?
- me caí de la bicicleta, esta el doctor?
- Y donde se cayó?
- En el suelo, donde mas!, me van a atender o no?
- El doctor ha salido a almorzar, regrese en una hora
- “#$%&”#!!!

Una hora después;

- Señorita, ya llego el doctor?
- No y no contesta su celular, de repente ya no viene
- O sea que no hay atención en el centro medico?
- Si hay atención, trabajamos las 24 horas
- Y con que medico?
- Mire señor, si le duele mucho su brazo, vaya mejor a otra parte a que lo atiendan
- “#$%&!!!

Afortunadamente encontré otro centro medico no muy lejos de allí, donde si atendían y si había un doctor (la otra opción era buscar un buen veterinario, total…). Para no hacer mas larga la historia, solo añadiré lo que me dijo el medico:

- Ud. ha recibido un golpe “Grosero” en su brazo, afortunadamente todos los elementos óseos están completos, intactos y en su lugar, no así el tejido blando que esta hecho puré

Inmediatamente me clavaron un par de inyecciones y una “grosera” factura, de más de tres cifras, por concepto de cuatro radiografías y un poco de gasa y desinfectante. El camino de retorno a casa fue capitulo aparte; pues hasta ahora sigo manteniendo una seria discrepancia con mi mujer respecto a la” interpretación autentica” de las instrucciones del medico:

Según ella, el doctor dijo; “ no puede volver a montar bicicleta, por lo menos, hasta dentro de un mes” (o sea hasta Mayo 12).

Según yo, lo que dijo fue: “no puede volver a montar bicicleta, por lo menos, hasta el próximo mes” (o sea hasta Mayo 1°)

La verdad es que sin importar lo que dijo el medico, apenas pueda recobrar una relativa movilidad en mi brazo… a pedalear!


Texto y fotos: Carlos Garcia Granthon


Todos los derechos reservados

8 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡La mula es menos terca!!!

Anónimo dijo...

Una pena tu caída. Estos accidentes son parte del ciclismo y ocurren ahí donde menos los esperas.

Hace un par de años en la curva de la avenida Huaylas que entra al malecón de Chorrillos tuve una caída similar. Esa curva la había tomado tantas veces que era increible que ahi me cayera.

Un pequeño bache en el asfalto y la llanta delantera saltó y perdió tracción. Son fracciones de segundo en que sabes que vas a caer pero nada puedes hacer. Ves cómo el suelo avanza hacia tus ojos. Sigue el impacto y después el mundo visto desde abajo como lo ven las hormigas.

Tu cerebro sigue funcionando pero tu cuerpo no responde. Hasta respirar se hace difícil. Y las miradas de asombro de los peatones te avisan que no te ves muy bien. Entonces recuerdas tu vehículo que yace en medio de la pista.

Lo mío no fue tan grave. En paseos largos siempre llevo un gel a base de alcohol para limpiar las laceraciones. Muy útil. Además llevo cubiertos los codos y las rodillas con la tela gruesa del jean, y las manos con guantes. Igual estas telas se rasgan pero mejor ellas que mi pellejo.

Te deseo salud y pronta recuperación.

Roberto Bárcena
camiloplaza@yahoo.es

Anónimo dijo...

Pucha que pena! Pero gracias a Dios estás vivo para contarlo, hey ! tienes talento para escribir! Como alguien sabio dijo: Un problema es una oportunidad, tal vez y te conviertes en cronista! Piénsalo , eh? Saludos!!

Unknown dijo...

Es terrible lo que te ocurrió, para quiénes han besado el suelo o la llanta de un bus , como fue mi caso, alguna vez saben lo shockante que es, agradecele a diosito por la chiquita , pues si hubiera sido grandesita hoy tendriamos que estar haciendo chancha para café y galletitas.Un abrazo biker y sigue escribiendo , si no puedes manejar escribe al menos, muy bien redactadas y divertidas tus ocurrencias, un abrazo. ahh, me voy a canta en julio, si alguien se apunta bienvenido.Cristian

Anónimo dijo...

mira ve recien me entero de ese accidente cuando te llame el domingo ; cuando estab en chosica me comentastes k estabas lastimado pero no me imagine k estabas asi de herido ... pero weno al menos estas completo
piernas ,brazos , cabeza lo necesario para seguir pedaleando x las rutas del Peru`..chau y mejorate k necesito un compañero
RODRIGO

Javier dijo...

el 9 de marzo tube una caida.... menos tragica pero tambien con un fuerte dolor en el brazo que despues de una resonancia resulto ser que me rasgue el tendon rotator del hombro y un musculito de llapa, algo que no se ve a simple vista por cualquier medico y en cualquier clinica!!!! me dieron 2 meses de terapia y aunque hoy monto bicicleta solo lo ago en pista y evitando cualquier bache asi sea de un centimetro, prevee!!! no vaya a ser que empeore!!!

Mike dijo...

Sin lugar a dudas , un gran golpe , y no me imagino como dolió después que se enfrió el cuerpo o al día siguiente.

Hay que difundir el uso de los elementos de seguridad, ese casco fue la distancia entre dos mundos.

Una gran suerte que no hayan fracturas de huesos, pero por lo visto en las fotos creo que para el primero de mayo , todavía no estas listo.

Igual te deseamos pronta mejoría y estoy seguro que ni bien puedas vas a estar otra vez sobre dos ruedas

Un abrazo

Mike y family

KOSTENCKO dijo...

Y asi todo magullado con el brazo que ni lo podias mover te subiste a manejar un auto??? tambien querias matar a alguien???