Es a esta altura de la jornada que el sol empieza a calentar la quebrada y a quemar más de lo soportable. Seguimos avanzando sin mayor novedad hasta el Km 18 ¾ donde encontramos… qué??? … si, es una… una… una Tabla de Surf!!!, vaya, no importa en qué olvidados parajes se interne uno, siempre habrá alguien más perdido. No, no encontramos ningún esqueleto con wetsuit en las inmediaciones. Fuera de bromas; la tabla parece marcar el inicio de un camino que se dirige a un abra que… que habría que explorar en próxima oportunidad!
domingo, 24 de febrero de 2013
Recorriendo Tinajas; en dos ruedas y seis anecdotas
Es a esta altura de la jornada que el sol empieza a calentar la quebrada y a quemar más de lo soportable. Seguimos avanzando sin mayor novedad hasta el Km 18 ¾ donde encontramos… qué??? … si, es una… una… una Tabla de Surf!!!, vaya, no importa en qué olvidados parajes se interne uno, siempre habrá alguien más perdido. No, no encontramos ningún esqueleto con wetsuit en las inmediaciones. Fuera de bromas; la tabla parece marcar el inicio de un camino que se dirige a un abra que… que habría que explorar en próxima oportunidad!
lunes, 10 de diciembre de 2012
Camino al Cielo
viernes, 19 de octubre de 2012
domingo, 23 de septiembre de 2012
Antropociclos
Antropociclos 01
miércoles, 13 de junio de 2012
Cycling for the Planet
June 09 and 10, 2012
Sageness, sageness... where have I heard that word before?... uhmmm... I may have read it in some old book, but… anyway my pride is too large and indigestible to be swallowed without getting a severe stomachache, so ... let’s keep cycling!
- Well, it seems to lack a piece of skin and clothing that covered it this morning
I shot a few photos, I was feeling like a zombie due to exhaustion and lack of oxygen, we expect Aaron to be here any minute… At 14:30 without news of Aaron, we care and began the way back down the hill. We found Rubi still climbing to three kilometers from the summit and knew nothing of Aaron, she was happily accompanied by herself, her own loneliness and perseverance that come with the basic kit of any adventure rider. Two miles below Dubert was coming up under the same conditions. Both crowned the summit while later.
martes, 12 de junio de 2012
Pedaleando por el planeta
Junio 09 y 10 de 2012
- A dónde va Carlos?
- Pues… a tragarse su orgullo y darnos una lección de sensatez
La linterna de Aldo en mis ojos y las protestas de Aarón son el despertador que anuncia las 5:30 a.m. hora de levantarse y salir al congelado mundo exterior a buscar desayuno… Diablos!, todos los puestos ambulantes de café, al igual que los hoteles, están copados por el grupo de trekking… ni modo, se adelanta la partida y se pospone el desayuno para la próxima parada.
- Déjalo, es mi amuleto
- … y tu rodilla Margarita?
- ¿qué tiene mi rodilla?
- dirás; qué le falta?, para comenzar parece que le falta un trozo de la piel y de la ropa que la cubría esta mañana.
lunes, 23 de abril de 2012
El libro prometido
miércoles, 1 de diciembre de 2010
La Ultima Trepada 2010; Autodestruccion en Dos Actos
Noviembre 27 y 28 de 2010
El plan era sencillo; Aldo, Pietro y yo intentaríamos llegar pedaleando desde Lima hasta San Pedro de Casta en un solo día, mientras que Gerson y Raúl subirán en bus hasta San Juan de Iris desde donde descenderán a Casta para darnos el encuentro, ahí pernoctaremos todos y al día siguiente intentaremos unir Casta con San Mateo de Otao explorando una ruta por detrás de Marcahuasi, luego haríamos un DH hacia Callahuanca para retornar a Lima la tarde/noche del domingo. Que puedo decir; parecía una buena idea en ese momento.
Primer acto
El peso de la bestia
Frente a mi un centenar de casitas andinas agrupadas en la falda del cerro, iluminadas cual retablo navideño en fondo de terciopelo negro; es San Pedro de Casta, geográficamente faltan solo unas decenas de metros para llegar, pero anímicamente faltan un millar de kilómetros. Pietro deambula a mi lado entre sombras, ya no habla, solo trata de llegar al pueblo. A mi me gustaría gritar; “ya llegamos!”, “lo hicimos!” pero la lengua áspera y reseca, raspa y se atasca sobre un paladar de cartón, y con cada paso que doy la pantaloneta de lycra se pega y arranca, dolorosa y sucesivamente, de la carne viva de las ingles y barrios anexos. Escucho las señales de silbato que me hacen mis amigos desde el pueblo, pero ya no tengo aliento para contestar, hace más de doce horas que salí de casa sobre mi monoplaza, sobre el Cletanque y… pero mejor les cuento la historia desde el comienzo:
Son las 6:30 a.m. del Sábado 27 en la puerta del estadio monumental, primer posible punto de encuentro para cualquier incauto que hubiera aceptado nuestra invitación a la ruta suicida. No habiendo nadie (cosa que no me sorprende), prosigo sobre el “Cletanque” como le dicen mis amigos a mi monoplaza. Si , si, ya se que no es muy inteligente de mi parte intentar semejante ascenso sobre un monstruo de mas de 18 kilos (si, mas de 18 kilos es el peso de la bestia sin contar herramientas ni rehidratante) pero que puedo hacer si… hace juego con mi casco!
Aldo me da el alcance en el grifo del Km 21 de la carretera central, segundo punto de encuentro y primera estación para el “mea culpa”. Omitiré, por cuestiones de espacio, el cuasi atropello en Chaclacayo por vieja motorizada (vieja y gorda), y su cómplice de turno y copiloto que la insto a huir del lugar seguros de haberme arroyado con el auto. (La próxima publico número de placa, nombre completo, DNI, teléfono, EDAD y PESO de la vieja de m…). Dejando de lado una segunda envestida intencional por parte de un Mototaxi, llegamos a Chosica sobre las 8:30. a.m. aproximadamente donde deberíamos de habernos encontrarnos con Pietro, que salió retrasado, y donde nos enteramos que Gerson y Raúl ya están en un bus varios Kilómetros por delante.
Mientras Pietro advierte por teléfono que ha pasado a la modalidad de “Pietronator” y viene pisando fuerte para alcanzarnos, nosotros dejamos Chosica sobre las 9:30 a.m.
En ruta tranquila por el valle del rio Santa Eulalia; una pinchadura en Barba Blanca, una tarántula viva en Bellavista de Chaclla, otra muerta en el vado de Huanchunya (debió usar el crucero peatonal), donde a la vera de la pista, y mientras nos rehidratamos, una amable señora nos cuenta sobre su hermano; un Huancaíno que fue campeón de ciclismo hace algunas décadas. Aquí Aldo se dispara un poco y no lo vuelvo a ver hasta Huinco donde llegue sobre la 1:30 p.m. acusando ya algo de cansancio y muchas picaduras de mosquito, de esos mosquitos dientes de sable que se enjuagan la boca con el repelente que uno usa, y que según dicen transmiten la temible verruga, enfermedad endémica en esta zona.
En Huinco; el aguadito por S/. 1.50 no convence ni satisface, mientras el infaltable borracho del pueblo, hace su “intervención urbana” para los recién llegados en la calle principal. Cambiando de menú, calle y restaurante; un lomo con papas mejora el día que ya se va poniendo gris, mientras “Cabezón”, el gato recaudador de sobras, exige bajo la mesa el respectivo peaje por plato servido. Aquí nos alcanza Pietro mientras damos alguna asistencia mecánica a otro grupo de ciclistas que ha subido en bus para hacer solo el descenso (sin casco!).
Yo diría que Huinco es la frontera de lo sensato para una buena trepada, pero siendo la sensatez palabra desconocida en el grupo… dejamos Huinco sobre las 2:30 p.m. esa fue la ultima vez que vimos a Aldo aquella tarde; Pietro y yo nos limitamos a constatar sus huellas de tramo en tramo sobre la polvorienta trocha, solo para estar seguros que seguía avanzando adelante nuestro y no había caído por el precipicio.
Ya sobre las 4:00 p.m., y bastante cansados, nos detuvimos sobre el puente Autisha, si Huinco era el limite de lo sensato, Autisha lo era de lo racional; así que a sabiendas que el bus de la tarde a Casta pasaría por allí en unos minutos, decidimos dar por terminada la trepada y llegar a destino sobre el bus y bajo su techo. Al poco rato y como rememorando la serie “La isla de la fantasía”; ambos empezamos a exclamar; Ahí viene el bus!, el bus!... el… el.. bus de miércoles no llego ni siquiera hasta el puente y, ante nuestros ojos, tomo el desvió a Vicas!, no importa el próximo seguro que si va a Casta. Ahí viene otro…. El bus!.. , el bus!…el… el maldito bus también se fue para Vicas!, tal vez, el próximo…
Son las 5:00 p.m. y no ha vuelto a pasar ni un alma por el puente Autisha (ni debajo de el), ni modo… a trepar el serpentín a Casta, ahora si ya no hay piernas, (ni agua, ni comida) trepamos a paso de tortuga, a veces sobre la maquina, a veces a su lado. Un paisano nos informa que Aldo paso hace rato, que el bus a casta no pasara hoy pues se ha malogrado, pero que ya estamos a solo una hora del pueblo, (esta gente maneja su propia versión de espacio-tiempo). Media hora después, y en medio de una lluvia serrana, otro residente del valle nos dice que no hay agua para darnos ni nada de comer para vendernos, pero asegura que estamos solo a otra media hora de llegar a destino (si lo vuelvo a ver, le doy su media hora de…) . El cansancio, hambre y deshidratación son ya preocupantes; Pietro me propone cambiar de monoplazas por un rato (Gracias Pietro!); para mi es un gran alivio, para el… para el es la peor idea que ha tenido en su vida, en pocos kilómetros el peso del Cletanque, mi fiel bestia de montaña, lo aniquila y se la pasara repitiéndomelo el resto de la jornada. Cae la noche, paradójicamente la ultima reserva de agua que llevamos se agota en el mismo instante en que cesa la lluvia, seguimos trepando.
La sal del sudor se seca e irrita la piel que se va ampollando con el rose de la ropa, el Cletanque ya no pesa 18 kilos, ahora parece pesar 18,000. Una última bolsita de galletas desaparece en cuestión de segundos en las resecas bocas. Bajo las luces de mi monoplaza revisamos el mapa y contamos y recontamos el número de curvas que hemos dado y las que nos faltan dar; todavía nos falta mucho, seguimos trepando.
Por fin vemos Casta; aun es solo una luz lejana en la cumbre, y por fin pasa un bus por la ruta, pero no se detiene, solo nos ignoran y siguen de largo, seguimos trepando.
El agotamiento extremo nos juega pasadas, nos hace ver sombras de entes que caminan a nuestro lado y por entre nosotros, imaginarios rostros que nos observan desde los bordes del camino, misteriosas incandescencias y encarnadas fosforescencias entre los arboles, seguimos trepando.
Por fin llegamos al desvió con el arco de bienvenida, vemos a San Pedro de Casta a nivel, al otro lado de la quebrada, ya solo tenemos que… que bajar?, si, bajar a la quebrada y perder buena parte de lo ya trepado, para volver a subir al pueblo… maldición! Fijo que a quien haya construido esta carretera le pagaban por metro y no por hora.
El como llegamos al pueblo; ya lo relate en el primer párrafo, solo añadiré que, en calidad de zombis sobre las 8:00 p.m., y mientras Pietro no cesaba de repetir, una y otra vez sin entonación ni pausa alguna, como si se tratara de un Mantra; “elcletanquemedestruyo, elcletanquemedestruyo, elcletanquemedestruyo, elcle…”, seguimos a Gerson y Raúl que habían bajado frescos desde Iris a las 5:00 p.m. y a Aldo que corono Casta sobre las 6:30 p.m.; primero al hotel a dejar las cosas, luego a comer un lomo y salchipapas que me habían prometido pero… ya no había comida, ni nada que se pudiera ingerir, solo recuerdo vagamente que anduvimos tocando puertas por el pueblo hasta que alguien por fin nos preparo un atún con arroz y nos vendió alguna gaseosa.
Ya en el hotel (Gerson; porque otra vez había un solo cuarto para todos?), caímos privados hasta que Pietro nos despertó con sus ronquidos
- Pietro, si no dejas de roncar, mañana te vuelvo a prestar mi bicicleta
Como por arte de magia se hizo el silencio y Pietro no volvió a roncar en toda la noche.
Al día siguiente, la luz de una bella mañana andina me despierta, curiosamente y contra todo pronostico, yo aun tenia resto físico par continuar con la ruta programada, pero las ampollas en las ingles (anexos y balnearios) no me permitían pedalear. Tome la decisión de retornar a casa no sin antes advertirle al resto que, según mi opinión y cálculo, la ruta programada tomaría más tiempo del previsto y que no llegarían a Callahuanca antes de las 6:00 p.m. aun sin percances.
Deje Casta a las 8:00 a.m. e hice todo el descenso hasta Santa Eulalia de pie en la bicicleta, única manera de sortear en forma indolora esos 40 kms de trocha encalaminada, allí solo me detuve el tiempo suficiente para rehidratarme y enterarme que habría partido de futbol en Lima, y por ende barras bravas en la ruta; así que enganche un plato grande y piñón chico y a la 1:30 p.m. ya estaba sentado… No, digo; sentado no!; parado, almorzando en mi casa.
Segundo Acto
Estaba Escrito
Como ya les dije, abandone Casta el domingo en la mañana y deje a mis amigos preparándose a recorrer el resto de la ruta, sabía que les tomaría mas tiempo del previsto pero jamás me imagine por lo que pasarían:
No fue hasta el lunes 29 que empecé a recibir vía email y SMS alguna noticia de ellos y de las que reproduzco a continuación algunos fragmentos ilustrativos:
29/11/2010
17:32:22
(Mensaje)
Nos dejaste tu maldición
Llegamos a Lima hoy 5:30 a.m., dudo que Raúl o Aldo vuelvan a salir con nosotros,
El DH nocturno de Otao estuvo épico
(De)
Gerson
From: Ralhersanthu
Sent: Monday, November 29, 2010
To: Carlos García
“….…Llegado a ese lugar vimos una pequeña estancia donde nosotros gritábamos: HAY ALGUIEN ALLI!!!! QUEREMOS AGUA POR FAVOR!!! ….llegue a casa a eso de las 3:40 a.m. sintiendo culpa por haber dejado a Gerson y Pietro. Espero que estén bien
¡ES UN VIAJE QUE JAMAS OLVIDARE! :P
From: Aldo Poma
Sent: Monday, November 29, 2010
To: Carlos García
Recién llegando a Lima (y ni siquiera a mi casa y son las 13.00 del 29) de Pietro, Gerson y Raúl no se nada, la ultima vez que los vi fue a las 00.00 horas espero que estén bien.
Al final fue en modalidad CICLOSADOMASOQUISMO.
Ya perdí la cuenta de los pinchazos, van mas de "cincuenta•"
Ya cada uno contara su historia.
Saludos.
Aldo Poma
Solo me queda añadir que, como bien dice Aldo en su email; dejemos que cada uno cuente su historia
Texto y Fotos; © Carlos García Granthon
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