Ya era de mañana y aún no me decidía; asistir como fotógrafo?, o asistir como ciclista?... uhmm… mejor voy en mi monoplaza , participo en la marcha, quiero decir en el pedaleo, y hago las fotos desde “adentro”.
Las 8:10 a.m., y luego de sólo 43 minutos para recorrer los 19 Kms. desde mi casa (en auto me hubiera demorado más), soy el primero en llegar al cruce de Aramburú y la Av. Arequipa; un policía y un reportero me acosan a preguntas; están buscando a Octavio, el organizador. Si; él, Nilton y muchos otros más, son los perseverantes y esforzados activistas de Cicloaxión que cada año sacan adelante este colectivo nudista para reivindicar los derechos de los ciclotransportados y exigir más respeto por parte de los conductores del parque automotor y las autoridades competentes (si tan sólo cumplieran las normas ya establecidas; eso sería bastante!). A propósito, este año la protesta no se pudo llevar a cabo en Miraflores, como es tradicional, por no se qué impedimento de origen edil de última hora; parece que el alcalde sigue haciendo “méritos” con los ciclistas (se acuerdan del escándalo de Larcomar?).
- cómo haces para hacer ciclismo y fumar al mismo tiempo?
- y… bueno, mientras no fume con los pies, no hay problema!
“ En bici llloviendo o nevando, pero en auto… ni cagando!”
“Un ciclista más, un auto menos”
“Un ciclista más, una combi menos”
“Un ciclista más, un pastrulo menos”
El ingenio, sarcasmo y buen humor criollo, no se hace esperar mucho y alguien grita desde atrás:
“Un ciclista más, un cigarro menos”
Llegamos al by-pass de Javier Prado; Octavio detiene la marcha, coge el altavoz y grita:
Y vuelve a gritar:
“Si no hay solución… abajo el pantalón!” – y todos, bueno no todos, se bajaron el pantalón!
Los transeúntes se agrupan alrededor; señalan, se admiran, toman fotos con sus celulares y algunas viejas gritan, mientras Pedrito, con los calzoncillos enredados en los tobillos, sujeta su bicicleta con una mano y trata de tomarse una foto, él mismo, con la otra.
La marcha continúa por la Av. Arequipa encabezada por, al menos, una docena de nudistas ciclopropulsados. La “amiga de Octavio” va en el asiento medio de una tandem triple, en el posterior va una reportera gráfica, y adelante; como única fuerza propulsora; el hermano de Nilton, quien a pesar del triple esfuerzo no se queja, en realidad va feliz y con cara de no querer cambiar de lugar con nadie, ni por la mejor bicicleta del mundo!
Damos la vuelta en U al llegar a la Av. 28 de Julio y retornamos nuevamente por la Av. Arequipa. Al llegar a Lince; un viejito algo encorvado, muy bien vestido y con una de esas gorritas inglesas, se disponía a cruzar la calle; mira, a ambos lados, para ver si no viene nadie antes de atreverse a pisar la calzada, pero ve que todo un escuadrón de ciclistas se aproxima; se detiene, vuelve a mirar, se percata de que están desnudos, el rostro se le enrojece, sus ya opacos ojos nos miran con enojo; alza sus temblorosas manos, y su no menos temblorosa voz y grita, grita todo lo fuerte que sus años se lo permiten, grita como si diera una alarma pidiendo ayuda ante una invasión enemiga:
“Pajeros!, Pajeros!”
El pacífico y ordenado recorrido llega a su término en la puerta del Touring y Automóvil Club de Perú; aún desnudos, se gritan algunas arengas y se toman algunas fotos. Una señora sale de las instalaciones muy molesta, nos mira a todos (mira muy bien a cada uno) y se sube a su auto diciendo - “Horribles!, así desnudos están horribles!” – bueno, hay gente que no se contenta con nada.
Texto y fotos: © Carlos García Granthon
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